Todo empezó con un madrugón de esos que duelen: 5:30 am en pie. Camino al metropolitano ya me encontraba con una multitud que parecía también querer entrar a clases conmigo 😂. Lo bueno es que, entre el cansancio y la expectativa, terminé conociendo a un profe que pensé que sería una persona muy seria, pero resultó ser de lo más chévere: Hayashi Rafael Mateo Núñez, además de eso también me esperaba una dosis de HTML, filamentos 3D y hasta dibujitos en grupo.

Después, el profe nos juntó en grupos de cuatro y nos lanzó un reto inesperado: hacer un dibujo con cosas que nos representaran o que nos gustaran. Al principio todos nos miramos con cara de “¿y ahora qué hacemos?”, pero poco a poco comenzaron a salir las ideas más locas y originales.

Uno dibujaba comida, otro música, alguien metía un personaje  y yo intentando que todo encaje sin que pareciera tarea de jardín 😂. La cosa es que entre risas, bromas y rayones en la hoja, terminamos armando un dibujo de personalidades.

Lo chévere fue que, sin darnos cuenta, esa actividad nos hizo hablar, reírnos y conocernos más rápido. En vez de presentarnos con el típico “Hola, soy fulano”, terminamos mostrando quiénes éramos con dibujos raros, gustos inesperados y un montón de creatividad. Fue una dinámica ligera pero con buena vibra, que cerró el día con energía positiva.